Hoy más que nunca nuestra sociedad exige una juventud comprometida, una juventud con ideas claras, pero sobretodo una juventud que asuma el papel histórico de la transformación y la defensa de la identidad dominicana.
Es por esto que en medio de esta crisis en la que nos encontramos, hoy más que nunca necesitamos lÃderes de ideas claras, necesitamos lÃderes que en la batalla cultural en la que vivimos defiendan nuestra identidad, lÃderes con compromiso social, lÃderes cuyo servicio a la nación este por encima de intereses ocasionales o grupos y ese liderazgo que representa el orden, la transformación, la defensa de nuestra nación, el bienestar social, la cercanÃa con nuestra gente es...
¡Abel MartÃnez!
Tomando como referencia la obra de Duarte y los trinitarios quienes nos dejaron un legado de nación, de patriotismo; hemos incorporado a nuestra insignia los colores patrios que representan la defensa de la identidad nacional, el orgullo por nuestro pueblo y los valores que nos dieron origen como dominicanos; sutilmente se integran con la estrella amarilla, la misma que surge como referencia de las sagradas escrituras, representando la estrella de Belén que guió a los apóstoles hacia el nacimiento del niño Jesús, hijo de Dios en la tierra, y que a su vez simboliza la guÃa que nos orienta; y rescata la filosofÃa de liberación que tanto defendió, encarno y por la que vivió nuestro maestro y guÃa profesor Juan Bosch, quien nos dejo su legado a través del Partido de la Liberación Dominicana como instrumento de democracia, de libertad y de servicio al pueblo dominicano.
De manera que, a partir de este momento un grupo de jóvenes comprometidos con el ideario de Juan Pablo Duarte, confiados en Dios, apegados a los principios éticos, polÃticos y morales de nuestro maestro histórico Profesor Juan Bosch y guiados bajo el liderazgo comprometido de Abel MartÃnez , saldremos a las calles a rescatar la esperanza perdida, a levantar nuestro orgullo como dominicanos a inspirar a toda la juventud dominicana para que asuma y tome en sus manos las riendas de este proyecto de transformación, de liberación y de desarrollo para nuestra República Dominicana.
¡Jóvenes, llegó el momento... Quien cambia una ciudad cambia un paÃs !
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