Por VÃctor Fernández Santos / Del PLD
Inspirado
en un programa de televisión que se transmite por el canal 4, donde su
productor concluye diciendo la frase; cito: “Esto sucedió un dÃa como
hoy, y para que nadie lo olvide lo estamos recordando”.
Quiero compartir algo que me sucedió a mà de manera particular, y digo
de manera particular porque sé que miles de dominicanos se verán
reflejados en mi situación, situación que nos tocó vivir un dÃa como hoy
en el año 2004, en el fatÃdico y mal recordado desgobierno de Hipólito
MejÃa, aunque esto sucedÃa todos los dÃas, yo lo vivà ese dÃa.
Una
vecina del sector Alma Rosa I se le habÃa terminado el gas de cocinar,
dicho combustible estaba sumamente escaso y sólo dos plantas de gas en
ese momento tenÃan GLP, la primera ubicada frente al puerto de Caucedo
en Boca Chica y la segunda en la autopista 30 de Mayo próximo a la
Universidad del Caribe UNICARIBE, como yo conocÃa la ubicación exacta de
ambas plantas me decidà a acompañarla, en su vehÃculo, una vez allá,
próximo al puerto Caucedo, nos sorprendió una fila que por la cantidad
de gente concentrada allÃ, le daba sin exagerar 30 vueltas a la estación
de gas.
Entre el calor, la desesperación y la impaciencia
decidimos pues retirarnos del lugar y probar mejor suerte dirigiéndonos
hacia la estación de la autopista 30 de Mayo, prácticamente de extremo a
extremo entre la provincia de Santo Domingo y el Distrito Nacional, una
vez allà nos encontramos con la misma situación, más de dos mil
ciudadanos aguardaban en sus filas en procura del preciado combustible;
en ese momento yo le digo a mi vecina, yo no puedo esperar esto es
demasiado.
En ese momento un empleado de la bomba de gasolina Isla contigua a la
estación nos informó que su hermano hacia la fila por nosotros, que él
como empleado de la estación gasolinera nos garantizaba el tanque de
gas, que se lo dejáramos.
Bueno, apostando a la buena fe del dependiente, tomamos su número
telefónico, dejamos el nuestro, el joven duró 2 dÃas en la fila para
poder conseguir el gas, nos cobraron RD$3,000.00, adicionándosele a eso
RD$1,000.00 para el combustible del vehÃculo, más el costo del llenado,
por un “tanquecito” de apenas 50 libras, nos cobraron alrededor de
RD$4,500.00, más la incomodidad, el estrés, la desesperación.
Quise
recordar esto que me pasó a mÃ, porque esto lo vivió la población
dominicana entera, PARA QUE NUESTRO PAIS NUNCA LO OLVIDE!
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