LA TIENES TÚ? DATE CUENTA 👇
#Por_Leiby_Terrero
La diferencia individual que constituye a cada persona y la distingue de otra es la definición de PERSONALIDAD según la #RAE (Real Academia Española). De allí, todo ser humano posee rasgos que le distinguen en su forma de ser.
Por lo anterior, se espera una mirada distinta, un modo de pensar y analizar entornos y conceptos propios anclados en su propio roce con lo vivido. Hasta la percepción de un color con relación a cómo lo percibe otro individuo, resulta en otro tono o frecuencia aún se observe el mismo color.
En las pinturas o lo que más usamos hoy: los colores RGB (rojo, verde y azul), usados en los dispositivos audiovisuales electrónicos, se usa un código hexadecimal para ser exacto en la intensidad del color que se quiere elegir:
Quiero este verde: #27ecc0; el resultado es un verde tendente al azul.
Este ejemplo nos dice que para acercarnos lo más posible a lo que otra persona pudiera percibir como el color que queremos o que nos interprete lo más fiel que se pueda, debemos recurrir a recursos como el explicado antes.
Dicho esto, es evidente que naturalmente tenemos diferencias marcadas al utilizar nuestros sentidos estando ante un mismo estímulo, no obstante, hay individuos que renunciando a rasgos únicos y propios de su idiosincrasia recurren a cubrir sus modos faciales, corporales y hasta de pensamiento; con modos que son propios de otros individuos y que invaden de tal forma la personalidad original, que la atrofian, la autosecuestran, de manera que ya no son sanos e íntegros, sino entes significativamente vulnerables, genéricos y variables según las influencias.
Como consecuencia tenemos seres humanos hechos de lo que le resulta a otros, pero con el agravante que no hay un filtro a lo interno, pues la falta de respeto y la violación al proceso creativo de esa IDENTIDAD ha sido causa de lo que podríamos llamar; ATROFIA DE LA PERSONALIDAD.
Por Leiby M. Terrero Sena
Fotografía de LS
0 Comentarios