EFE
Moscú
un pulso de vértigo, que les sitúa ante la posibilidad de dejar atrás las dudas que arrastran y el precipicio al que les aboca la derrota.
Por su trayectoria histórica, con independencia de su momento de confianza o de juego, las rondas eliminatorias de los grandes torneos siempre les sitúan ante la exigencia de no fallar.
Del Kazan Arena, por tanto, una selección se marchará con la tacha de las expectativas no cumplidas y la otra revigorizada y con un gran capital de confianza para el resto de la competición.
El conjunto ‘bleu’ se presenta en el envite como líder invicto del Grupo C, pero con un juego muy criticado; el cuadro albiceleste, en cambio, tras una clasificación agónica, “buscada y trabajada”, según Giovani Lo Celso.
Esquivar un adiós prematuro permitió a la selección argentina mudar sus emociones. Con su victoria (2-1) ante las Súper Águilas de Nigeria, apartó el ánimo catastrofista que le acompañó tras el empate ante Islandia y la derrota ante Croacia.