El dicho “desayuna como un rey, come como un prÃncipe y cena como un mendigo” se corresponde sobradamente con la realidad. La fórmula es la mejor para adelgazar, pero también para reducir el riesgo de enfermedades como la diabetes o las cardiovasculares, prevenir la celulitis y dormir mejor, lo que a su vez influye positivamente en nuestro metabolismo. Todo son ventajas, indica el portal Terra en un artÃculo.
Tenemos conocimiento que por la mañana debemos hacer un desayuno –que incluya, preferiblemente, proteÃnas que son saciantes y un buen combustible- ; al medio dÃa comemos bien pero moderadamente, para no hundirnos en el sopor durante la sobremesa; y por la noche cenamos ligero, de lo contrario acumularemos calorÃas que no nos dará tiempo a quemar.
¿Te falta energÃa? Tal vez estás comiendo mal
También la ansiedad hace que muchos coman compulsivamente, y esas últimas horas del dÃa frente al televisor tienen especial peligro en este aspecto. Además, quien espera que saltándose el desayuno o aguantando con hambre durante el dÃa va a adelgazar, lo más probable es que llegue a casa por la noche y se hinche a comer sin control. Mal hecho.
No solo cuánto, también qué
Hay que comer menos por la noche, pero todo nutricionista te dirá que una de las claves en una dieta es no pasar hambre, de lo contrario la abandonarás. Asà que la solución está en comer alimentos que no sean hipercalóricos, pues muchas veces acabamos pellizcando esto o aquello en casa o en el bar y acabamos comiendo justo lo que más engorda, cosas con mucha grasa, azúcar, sal o demasiada proteÃna.
De hecho es bueno comer proteÃna por la noche, pero lo ideal es un alimento proteico ligero, (como pavo o pescado) una ración vegetal y carbohidratos complejos y saciantes.
Saltarse la cena, un error
También lo hemos repetido muchas veces: saltarse comidas es perjucicial. No solo porque te priva de nutrientes, sino porque es perjudicial para el metabolismo, que se ralentiza. El cuerpo ve que tiene menos comida disponible y se pone a “ahorrar” en lugar de a gastar calorÃas. Cinco comidas ordenadas al dÃa es la recomendación estándar.
Tampoco, como hemos visto, se recomienda cambiar la cena por fruta: es una opción nada equilibrada y supone una ración extra de azúcar.
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