
Recientemente, un sargento de la Policía en San Juan de la Maguana, la emprendido a golpes contra un periodista por ser parte de los responsables del descrédito a que malos agentes han llevado su institución.
Ya en la ciudad de Mao, periodistas, comunicadores y gente del pueblo salieron a las calles a protestar por malos tratos de agentes policiales.
En ciertas instancias se maneja la especie que hechos de violencia se producen por la difusión que hacen periodistas y comunicadores.
Apresados por la DNCD en varios puntos del país, culpan a los medios y los periodistas de estar atropellando su dignidad e integridad al develar sus nombres y en ocasiones presentar sus fotos.
Hay muchos que han llegado a la desfachatez del culpar a esos profesionales de arrastrar a sus familiares a la vergüenza por difundir sus violaciones a la ley sobre drogas.
La irresponsabilidad siempre ha querido buscar un culpable por sus malas acciones, sin reparar en que nuestras acciones son las que sumen en la vergüenza a nuestra familia.
Con relación a las acciones policiales, nunca un buen policía será objeto de mención publica por malos actos, pero tampoco un buen ciudadano se vera en las paginas de un periódico acusado de malas acciones.
Pero tan poco un funcionario honesto se vera expuesto ante la opinión publica por malas acciones, porque ese funcionario jamás se robará los dineros del pueblo.
Ningún periodista tiene que cuidar la imagen de nadie en particular, no es responsable de la mala acción de un policía, pero tampoco responsable de la vergüenza que un corrupto acarree a su familia.
Los periodistas y comunicadores igual que los ciudadanos, lo que queremos es que nuestros policías sean correctos y que respeten la integridad del ciudadano, que no atropellen y que tampoco cometan actos que dañen la Institución.
Igual queremos que ningún ciudadano se robe el dinero que pudiera ser empleado en medicamento para los hospitales o para la construcción de una escuela.
No queremos que ningún ciudadano se envuelva en asuntos de drogas porque al fin y al cabo, las drogas solo traen, vergüenza, luto y dolor a las familias de quienes se involucran en ese flagelo.
Parece que frases celebres no han encontrado oídos en algunos ciudadanos, como aquella que dice,”ser justo, lo primero”, o “el respeto al derecho ajeno es la paz”, también,”la honestidad es un don que hay que cultivar todos los días.
Pero lo real es que ya nadie quiere ganar el sustento de la familia con el sudor de su frente, como manda el creador y nos hemos hecho amantes de riquezas sin importar como nos llegue y ahí es donde está nuestro mal.
Seria bueno que quienes han buscado culpables por sus malas acciones, recapaciten y comiencen a imitar a personas nobles como Gandi, Juan Pablo Duarte o Benito Juárez, o prestar oídos a la sentencia divina que reza “por sus frutos los conoceréis”.
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